¿Para qué seguir hablando de nada?

¿Para qué seguir hablando de nada?
No perdamos más el tiempo,
olvida que existo,
que un día me fui,
que aún correteo... 
lujurioso y sin pena
por mil bares, a mis anchas.

Te podría decir todo de nuevo,
volvértelo a explicar.
Podría morir en el intento,
podría volverte a amar...
pero ya no lo siento.

Y nunca lo sentí...

Te amaría, sin volver,
pero no quiero,
ni puedo, 
pues ya amo.
Ya me pierdo...
tan fácil como me encuentro.
Me revuelvo en la montaña rusa que me enseñaste.
Día tres, era nueva. Piso fijo. Cielo suelto.

Me rebaño untado en el plato de tus sobras,
animal enjaulado, socia divorciada de sí misma,
me debato entre ti y nada, y no quiero a ninguna.

Puede que todo sean sólo imágenes, enlaces sueltos, hilos rotos, mal hilados, descoloridos, o completamente garantes de sí mismos. Puede que todo sean sueños, ilusiones, ideas. Todo flotante, no palpo nada, no ahora. 



1 comentario:

n., dijo...

Nunca dejé de leerte...