...levedad...

...llueve...

Casi es de día, amanece, y ya van dos horas lloviendo.

Se hizo sueño, luego aire, ahora lluvia, y quiere mojar todo cuanto me rodea.

Hazlo maldita, maldita como yo.


Más allá...

amanece y llueve.

Peor sería la noche, aunque sea la mejor cómplice no la querría en mi lado.

A este lado de la orilla.
Se siente sola, maniatada a su propio entorno, perdida entre basura de otros.

Se me aparece en sueños, eso dicen, y también que me aparezco. Pero sigue siendo un intangible para mis dedos, un imposible para mis labios.

Se aleja de nuevo, se acerca... ¿dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Dónde estamos? Acaso importa el ahora??? Lo cierto es que no. Y el donde??? menos aún, o eso debería ser.

Café con arena, tumbarse frente al mar pero... no con el sol, más bien con el fresco de la tarde otoñal. Así sienta mejor cerrar los ojos. La tranquilidad es mayor, el ruido de las olas es sonido de fondo. La espuma dibuja ilusiones en la orilla. Imagino mi cabeza, apoyada en ese instante sobre tu tripa. Mis ojos cerrados, la brisa por un costado, recorriendo desde mis rodillas a mis mejillas. Un suspiro, cero palabras, no hacen falta, ahora hay paz.
















Y de repente despierto.

Mis sueños... me siguen huyendo.

El sabor de las torpezas


Sin noticias, me levanto
me descalzo y me lavo
me tropiezo en el espejo...
ese que odio ver siempre de lejos.

He roto el aire
con las cuchillas
hoy descubrí la piel...
sangrando por las costillas,
rodillas, bajando hasta mis pies.
Sin mas que ver que un lecho de prisas
es nido de barrer
desde el alto
a la cornisa,
desde el querer
al poder.


Un paso fuera.
Ya llevo dos.
Rutina diaria
a un puto rincón.
Antes lleno
vacío
lleno
vacío
¿?
Si me descalzo...
si salgo y me desnudo...
si camino sin ropa,
entro a un antro y...
ante una barra podrida
y asqueada de mamelucos.
amoldo los codos
sobre el roble carnicero.
Veré las sonrisas
de una puta barata.
De esas de ir con prisas
a cualquier celda asqueada.

Siempre es el viento,
siempre sin rumbo,
siempre lamento.
(Me empiezan a asquear esas palabras)


Tú te ahogas en las charcas,
se te entumecen los dedos,
se te alerta la sonrisa,
se te encalambran los huesos,
se te niebla la esperanza
y te atacas siempre al cuello,
pasando después por el mío.
Y te hartas de gritarme que todo es culpa mía,
pero no sabes, querida, que al contrario que a vos...
lástima...!
a mi no se me nubló el Juicio.

El sabor de las torpezas
de esta alma siempre rota.
El sinsabor de las flaquezas
de un Caballero destrozado.

El silencio...
Santiago...
...paz...

...pensamiento...

Hay veces que no comprendemos a los demás, es más, y esas son las menos, las que sí que los entendemos. Damos un paso. Esperamos el siguiente. Pero no de nuestro pie. Sino del pie del otro. Y nos equivocamos. Esperamos que vengan al rescate, cuando antes les partimos los planes. Esperamos que vuelvan eternamente por nosotros, a rescatarnos, a salvarnos de la rutina, el vacío o las malas sensaciones. Y cuando vienen... por miedo, quizás¿?, escapamos. Lástima. Otro paso que nunca se dará. ¿Nunca? Tal vez... quizás... no sé... lo espero. El que sí? o el que no? Van pasando los años y se pierde la ilusión en todo. En coger una puta mochila e irte por ahí sin pensar. Sin querer llegar, deseando volver y recordar el camino. Pero seguimos sin dar pasos... al menos... por nuestra voluntad... y con nuestras fuerzas.


Llevo años corriendo. Quizás me alejé demasiado de todo el mundo.
No espero volver, aunque sé que es difícil que me alcancen.
Entonces... lo de siempre.
Seguiremos solos.
Ella y yo.
Como siempre, bien recibida, compañera.


Impulso o Razón

Corro detrás de ambos,
ambos me huyen,
huyen de mi ansia.
Ansían mis anhelos,
anhelan mis deseos.
Desean mis aprietos.
Aprietan mi pecho.

Impulso o razón.
Heterogéneos y juntos
en la misma probeta.
El recorre mi piel,
ella mis neuronas.

L.,
Esto no es poesía,
si lo fue alguna vez...
la muy puta se fue hace tiempo,
y ni siquiera me dijo que vino.
ni siquiera que se iba.
No me dijo quien era,
y tampoco quiero conocerla.

Solo queda mi piel,
arena y sal en mis pies.

...impulso?... sí... mientras escribo... razón?... puede... pero no la entiendo.
...acabo de llegar y sólo escucho gritos...

ojala acabe de irme... pronto... muy pronto.

...la protagonista del eliocentro...

" En medio del mar / te sientes como un desierto.
Primavera ven y cúrame el invierno.
Loco trovador, es tu canción desnuda.
Sólo Corazón.

Hoy me quedo en casa / lo de fuera no me interesa
ya saldré a dar una vuelta...
otro día q no llueva.

Cuantas flores para un ramo...!
Cuántos versos para un poema! "
Fito y Fitipaldis - Entre las nubes de tu pelo


Repíteme que todo suena igual,
dímelo al oído, q todo pasó,
q la nube negra se diluyó entre la luz del día
y las manijas de mi reloj.

Cuando todo me falles,
cuando todo me niegues,
cuando todo me acuses,
cuando sólo me mientas...
Tú podrás ser una perra,
pero recuerda q yo ya soy perro viejo
en los avatares del dolor...
que hace falta más de una cadena para atarme a un poste.
Que hace falta más de dos grilletes
para retener mis maltrechas muñecas
e impedirles que escupan letras entre giros.

Querrás ser la protagonista de mi teoría del eliocentro,
la harás tuya,
y serás el vértice de todo lo que gravitatoriamente quede a tu alcance.
Serás vértice, luego vórtice y arrasarás...
pero no con mi corazón...

...hoy me quedo en casa, lo de fuera no me interesa...
¿Qué cara mostrar? La más conveniente, la precisa, la necesaria, la que sale porque sí en ese momento sin razón ninguna. ¿Qué cara mostrar? ¿Acaso la de la sonrisa nerviosa?

Ahora me pregunto porqué ando siendo el hombre de las mil caras conocidas...

por miedo a mostrar la mía... tal vez.

porque quizás... nadie hizo por ver la que realmente me parte.

¿Se acercaron? Sí... pero todo el mundo abandona antes de saber nada, o prácticamente nada.


Mi condena es la del hombre libre, la de la soledad... rodeado de tanta gente.