...exiliado sin remedio y con razones...

No sé donde estamos,
o no donde queremos...
No sé si aguantamos,
no sé si nos odiamos.

Resbala una gota de lluvia
sobre tus mejillas y
resbala con ella mi vida.
Yo te siento tan fría...
pero a la vez tan mía...

El suelo empapado y con paños,
el cielo quebrado.
Los cristales rotos saltaron,
y con ellos las fotos robadas.

Monofásico durante el día,
trifásico a oscuras...
Un dulce electrocutarme
junto a esa gota de lluvia...

Y los días pasan,
y sigo encendido,
y es que no me cansan
las batallas en tu ombligo.
Que si soy un Caballero algo loco...
tú ya lo sabías.
Y no te sorprendas mi niña
que te sigo a escondidas.
Que sangran por ti todos mis poros,
¡desato la niebla!
y allí yo te espero, Princesa,
junto a mi candela,
allí yo te espero, Princesa,
como Rey de las Mareas.

El pasar olvidado entre el musgo,
las rocas calizas del muro,
un árbol que ahora se pinta
de un color más oscuro.
Una ventana al mundo y París...
París será nuestra...
entre rincones perdidos,
en la ciudad inconexa.
Un ritmo latino en mis venas,
un sueño de loco y su pena,
una ventana abierta...
mientras te alerta
mi mundo en tu posada.

5 comentarios:

MâKtü[b] dijo...

¿que se dice después de leer algo así?

Anónimo dijo...

No lo sé.
Probablemente nada.
Probablemente no decir nada...
sea como decirlo todo.
O no.
No lo sé.
¿Se tiene que decir algo? ^^

Cristina Polidura Varela dijo...

puffffff........muy emotivo...PRECIOSO...

ojalá algún día lleves a tu Princesa a París...

MâKtü[b] dijo...

No, no es necesario decir nada ^^

Yo estoy con tulipanes amarillos, lleva a tu Princesa a París, y cuando volvaís, nos encantará leer vuestras historias juntos por las calles de Francia...

n., dijo...

Feliz 2010, cerkadelmar...