pura piel

el tiempo se pierde en sus manos
se escapa como arena a un río.
Se pierde y se va cuesta abajo,
se agarra y recoge en las piedras.
Me pides que descalabre,
cuando ya estoy descalabrado.
Me pides que no arranque,
¡o eso creo en mi mente!
que me pides que no arranque
para evitar volver a arrancarte el corazón.
Ese que tanto queremos,
ese que tanto maltratamos;
unos por desgana...
otros por contratiempos.
Cada uno por su lado
y los dos rodando al viento.
Ruedan los carros afuera,
no lo hacen de noche y a tientas,
y tientas a mis engaños,
y me tientas desde antaño.
No quiero verme en tu regazo,
y tu me quieres entre tus piernas.
Me tiemblas, me atas, no llamas
yo espero... que lo hagas.
No quiero pero imagino
que será una cosa extraña
una maraña
esa que tanto me agarra,
esa que nunca escuchas,
esa que nunca escucho,
la que me desconcierta
sin tener nada para sustentar,
sus trozos, su tez incierta mirándose frente al espejo,
preguntándose si será feliz sin respirar.
Quiebra la voz,
descansa la cara,
sonrisa refleja,
la noche y desnuda,
la noche y desnuda,
desnuda por la noche,
desnudando a la noche,
desnudándose y quedándose
a pura piel.

3 comentarios:

n., dijo...

Volviste.

Anónimo dijo...

nunca me fui.

Anónimo dijo...

Todos nos hemos sentido alguna vez asi, o lo seguiremos sintiendo...